
El acuerdo ha llegado tras meses de mucha polémica aunque, por supuesto tanto el club atlético como el ayuntamiento no destacan más que los aspectos positivos del plan. Un plan que huele a corrupción y tejemanejes urbanísticos.
En el nuevo Estadio Olímpico de San Blás, Gallardón se mostró convencido de que en el año 2016 se encenderá la llama olímpica. No son pocos los aficionados atléticos que esperan y desean que se trunquen los sueños de este alcalde que ya ha demostrado que su ego va por delante de las molestias que puedan ocasionar las obras a los vecinos de la M-30, por ejemplo.
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